Escucha el aire susurrante
Que acaricia con dedos invisibles,
De manos masculinas,
Las mejillas anhelantes;
Los labios, lívidos de frío,
Esperan el beso de un rayo de sol,
Mientras abarca con la mirada
Los confines de la tierra,
Desde la cumbre.
El viento gira cantarín;
Le cuenta a qué tierras ha viajado,
Jugueteando con los árboles,
Y le roba, travieso,
Un beso en un descuido.
El valle parece casi un grano de arena,
Custodiado por los espíritus de antaño,
Moradores de las montañas,
Observando con ojos temibles
A los mortales,
Desde las nieves perpetuas.
Selene
No hay comentarios:
Publicar un comentario